Leyendas urbanas cuentan que el edificio tuvo un grave problema constructivo y estructural: Moneo utilizó el mismo sistema de encofrado que los romanos, es decir, al exterior el ladrillo, haciendo de encofrado perdido, y el interior se rellenaba de homigón. Pero el hormigón actual, a diferencia del romano, durante su fraguado tiene retracciones, deformándose la cara exterior de ladrillo, así que se debió montar parda...